Muy buenas a todos. Aquí estoy un viernes más, esperando no
volver a estar fallar y a desaparecer de la blogosfera. Y para traeros una propuesta
entretenida que haga pasar y disfrutar de este fin de semana como se merece, os
traigo la reseña de una mini serie con la que he disfrutado bastante, por lo
rocambolesco de la situación, y porque aunque no lo parezca, la cosa tiene su
gracia.
La serie se llama Persiguiendo a Jane Austen (Lost in Austen)
y trata la historia de una joven llamada
Amanda Price, que no está contenta satisfecha con su vida en el Londres
moderno, y su única manera de escapar de su decepcionante vida es leyendo su
libro favorito, Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen. Una noche, Amanda se
sorprende al encontrarse cara a cara con Elizabeth Bennet, la cual ha llegado a
través de una misteriosa puerta en su cuarto de baño, que une los dos mundos. Sin
apenas darse cuenta, Amanda queda atrapada en el mundo de las páginas de
Austen, mientras Elizabeth se encuentra en el mundo moderno. Ahora, los
acontecimientos de su libro favorito, se están desarrollando de la manera
equivocada, y Amanda está obsesionada con arreglarlo todo, pero las cosas no
van a poder ser tan fáciles, porque aunque Amanda está cargada de buenas
intenciones, todo va empeorando inevitablemente.
Yo también estoy un poco obsesionada con los mundos de
Austen, aunque en mi caso no es tanto por los libros, como si lo es por las
series y películas que se han creado en relación a la misma, así que en cuanto
me enteré de la existencia de esta serie, tuve la necesidad de buscarla y
verla, así que a ello me puse, y aunque en realidad, no fue tan buena como yo
esperaba, lo cierto es que los cuatro mini episodios se me hicieron hasta
cortos. El primer episodio, aunque no me pareció lo mejor (sobre todo porque en
no me gustó demasiado el doblaje de la misma, lo cual me recuerda que os tengo
que recomendar que la veáis en versión original) lo cierto es que me dejó con
la intriga de saber que pasaba a continuación.
Luego la cosa mejoró, más que nada por los enredos que va
creando Amanda, casi sin darse cuenta, y porque creo que el señor Darcy me
parece el mejor que he visto en mucho tiempo (después del maravilloso Colin Firth),
con sus maneras cortantes y poco galantes al principio, que crean más problemas
aun. Además de eso, cuenta con dos actorazos como son Hugh Bonneville (del cual
ya hablaré cuando haga mi reseña de Downton Abbey) y la maravillosa Alex
Kingston (de la cual me enamoré en Urgencias, y luego en Doctor Who), y hacen
que la serie, con su notas de humor, sus malentendidos, y sus rarezas, sea una
verdadera maravilla.
Al final, la serie me encantó, y me reí de lo lindo en cada
uno de los capítulos, y es por ello que os la recomiendo muchísimo. Creo que es
una manera muy simpática de acercarte al mundo de Austen, aunque vaya por unos
derroteros un poco separados de la realidad de la novela.
Espero que con esto, os entre la curiosidad y le deis una
oportunidad, porque de verdad que merece la pena, sobre todo, y como ya he
dicho, para reírte un rato, porque aunque no lo parezca, solo los pensamientos
de Amanda, merece la pena escucharlos, y partirte de risa con sus tonterías.
Un saludo desde mí Mundo Mundano, donde espero seguir encontrándome
con joyitas como estas, de esas que me hacen pasar un rato entretenido, y me
dejan una sonrisa enorme.
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