Muy buenas tardes a todos.
La reseña de hoy tiene cosas buena y cosas malas, y aunque
no os lo creáis, me es de lo más complicado realizar esta reseña, porque a
ratos me gusta y a ratos la odio. A ratos me gustaba el libro y a ratos tenía ganas
de tirarlo por la ventana. El libro en cuestión es Eternos, y ahora os voy a
dar las razones de porque ese amor odio que siento por él
La historia de Eternos es entretenida y llama la atención,
cuando comienzas a leerlo, te apetece saber qué es lo que le va a ocurrir a
Haven Moore, y que es lo que le deparará ese futuro tan inmensamente ligado al
pasado, pero a medida que vas leyéndolo te vas poniendo de los nervios, y creo
que la culpa la tiene, por entero, la traducción de la misma.
El libro fue traducido antes que nada para Mexico, pero
Alfagura decidió no revisar esa traducción y lo publicó en España tal cual, y
creo que esa es la peor idea que podían haber tenido.
Primero, los Españoles no estamos acostumbrados a cierto uso
de palabras o expresiones, y mientras leía me iba poniendo de los nervios,
porque expresiones como “abue”, en vez de abuela o “mi mamá” o “mi papá”, en
vez de mi madre o mi padre, a mí, personalmente, me hacían salir completamente
de la historia (ya no digo nada, cuando leí “Orale” , “mi celular” o “el
computador”). No digo que por esto sea una mala traducción, pero es cierto que
estas cosas hacen que las historias se alejen de nosotros cuando estamos
leyendo. Igual que no entendemos algunos juegos de palabras que no se pueden
traducir del inglés, el hecho de encontrarnos con palabras y expresiones típicas
de determinados idiomas, nos pueden hacer retroceder en una lectura (igual que
no espero encontrar escrito en un libro papa en vez de patata, o chacho, en vez
de muchacho, por muy canaria que sea)
Sin embargo, aunque esto me hacía echarme para atrás, no fue
lo que más odie de la traducción. Lo que realmente ha hecho que valore de forma
negativa el libro ha sido la falta de verbos, preposiciones y sobre todo las
frases mal construidas, que no tenían sentido hasta que las leías cuatro o
cinco veces, y terminabas cambiándolas de orden y añadiendo otras cosas para
que la cosa cobrara sentido.
Otra cosa que me puso realmente enferma es que no parecían
saber que cuando uno pone un nombre que comienza por “I”, la conjunción que va
delante no puede ser “y”, sino que tiene que ser “e”: es decir, si pones “Haven
y Iain” suena fatal, porque lo que realmente tienes que poner es Haven e Iain (aunque este es un error que he visto en
otros libros, y no es solo propio de este)
Bueno, en conclusión: la historia me llamó un poco la
atención, pero la traducción me ha hecho tener muchos recelos y no creo que lea
los otros dos, si esta es la traducción que nos va a presentar Alfaguara, lo
siento mucho.
Un saludo desde mí Mundo Mundano, donde espero que las
próximas lecturas sean más estimulantes que esta.
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