Numero 9...

Muy buenas a todos. Llega un nuevo lunes, y yo esta vez no me lo quería perder, como el pasado, así que aquí estoy, preparada para ponerme con una buena entrada. Estaba pensando sobre qué podía escribir hoy, y me he dado cuenta de que hoy debería tocar hablar sobre algo de cine, y ya que estamos, sobre algo de cine de animación. Hoy vengo a hablaros sobre 9.

 

Esta película, más conocida como Numero 9 es una película de animación de acción y fantasía, dirigida por Shane Acker, y producicda por Tim Burton y Timur Bekmambetov.

 

 

Después de la Gran Guerra Mundial, en un periodo de probreza, un país trata de recuperarse. El dictador del mismo, conocido como el “Canciller”, le da a un científico, un juguetero retirado, la tarea de crear una máquina que ayude al país a salir del estado de probreza en que se encuentran. El científico comienza a crear el B.R.A.I.N, un cerebro artificial, que se supone ayudará, pero por culpa de la codicia del Canciller, lo que consigue es destruir aún más el mundo. El científico se une a un grupo para luchar contra las máquinas, y crea unos muñecos de trapo humanoides para que la vida pueda continuar. La película comienza cuando el último de sus muñecos, 9, despierta.

 

 

Cuando comienza la película, no sabes nada de esto, sino que te enfrentas al despertar de 9, sin saber nada, igual que él, y tratando de descubrir que es lo que ha pasado, y quien está detrás de su creación, y de la destrucción del mundo.

 

Hacía mucho tiempo que quería ver esta película, aunque al final, no fue hasta una tarde de cama, malita, que me puse a ella. Ahora me arrepiento de no haberla visto antes, porque la película es sumamente buena. Tanto la trama como la ambientación, y la forma de construir la historia y los personajes, me ha parecido completamente magnífica.

 

 

Creo que realmente es una de esas películas que te pueden hacer no solo pensar, sino que hacen que pienses en la maravillosa imaginación que tiene la gente, para crear cosas así, desde la nada.

 

Creo que Numero 9 es una gran película de animación, para nada orientada hacia los niños, sino a un público adulto, que merece mucho la pena ser vista. Sus personajes, por mucho que sean muñecos de trapo, se hacen querer, y disfrutas con ellos, y lloras, igual que si de personas se tratara.

 

Me ha parecido realmente maravillosa, y la recomiendo con todas las fuerzas, porque estoy muy segura de que la disfrutaréis tanto como yo.

 

Un saludo desde mí Mundo Mundano, que tiene ganas de más historias de este tipo, de esas que no solo te hacen pensar, sino que te hacen disfrutarlas de una manera grandiosa.