Antes, y primero que nada: ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! Espero
que hoy tengáis un día realmente genial en compañía de aquellos a los que más
queréis.
Y ahora, sin más dilación, la reseña correspondiente a este
fantástico día 24 de diciembre (que en mi caso, estoy pasando muy ricamente en
mi habitación, con el solito entrando por la ventana y calentándome la espalda
XD)
Hace nada, os hablaba de un libro que ha sido para mí el
gran descubrimiento del año: Beastly. La Bestia, y hoy os traigo la reseña de
su adaptación cinematográfica: El corazón de la Bestia
Como ya esperaba, la película me dejó muy decepcionada en
comparación con el libro. Tampoco es que me pareciera un total horror, como de hecho,
esperaba, pero sí que me dejó con un mal sabor de boca que aun no he conseguido
quitarme del todo, aunque estoy segura que una segunda lectura de la novela
eliminará la sensación.
Para empezar, la Bestia, no es tal bestia. No esperéis encontrar
un cuerpo peludo, unos colmillos y unas garras, porque los responsables de la
película decidieron que era mejor llenar de cicatrices y tatuajes a Alex Pettyfer, y que así siguiera manteniendo un poco de "belleza".
Nuestra Lindy, no es una chica del montón, con los dientes un poco torcidos y
el pelo pelirrojo, sino que es una morenita bastante guapa, llamada Vanessa
Hudgens. Kendra, la increíble bruja, está interpretada por una muy sosa Mary-Kate
Olsen, y lo único que puedo decir es que, aunque Neil Patrick Harris está algo
simpático, tampoco llega a la altura del fantástico Will del libro.
Además de eso, otros puntos absurdos que cambian y no
entenderé jamás: mantienes el nombre de todos los personajes igual, pero luego,
cambias uno de suma importancia como es el de Adrian King. El cambio del nombre
tiene su importancia en el libro, pero en la pelí es algo de pasada, solo con
un objetivo, y encima, le dan el que le da la gana.
Cambiar los dos años que le da Kendra a Kyle por uno solo, supongo que era algo relacionado con acotar el tiempo de la película, pero el libro tampoco desarrolla tanto la historia como para tener que decir que la maldición es solo un año. Pero sobre todo, algo que sí que me faltó fue el espejo: que daño les habría hecho poner el espejo encantado, porque tenían que cambiar eso por teléfonos y ordenadores. En casa de Kyle solo hay un ordenador, y está en posesión de él, no sé porque tenían que darle uno a Lindy ni porque tenía que tener un móvil. Se supone que ella está incomunicada con la única compañía de Adrian, Will y Magda, con lo que no entiendo porqué tenían que darle un móvil a la chica, y eliminar el magnífico espejo encantado.
Bueno, como ya sabía yo, la película me ha dejado casi
indiferente, y ha pasado sin pena ni gloria, en comparación con el libro
(aunque por lo menos no me ha asqueado tanto como lo hizo la película de Eragon
en su momento). Menos mal que el sábado que viene iré con mi madre a ver el musical de La Bella y La Bestia, y así me quito un poco más el regusto de la película.
Ahora, me voy a terminar de ayudar a preparar las cosas para
la cena de esta noche.
Un beso enorme desde mí Mundo Mundano que ahora mismo está
plagado de los olores típicos de este día.
2 comentarios:
Pues yo esta película no la he visto, pero tampoco me motivaba mucho desde que vi que cambiaban las garras y el pelo por tatuajes. Y que la chica, como siempre, no podía ser normalita, no, parece que les molesta utilizar a actores físicamente normales y corrientes...
Esos mismo eren mis pensamientos, y como digo, bueno, no está mal, pero para nada le llega ni a la suela del zapato al fantástico libro en que se basa.
Un beso enorme guapa
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